El Árbol de la ciencia es un libro escrito en 1911 por el autor Pío Baroja.
En la novela se cuenta la vida de un joven estudiante llamado Andrés Hurtado, un joven lleno de esperanzas y con deseos de superación, que toma la decisión de estudiar la carrera de medicina e ingresa a una de las universidades de su país. En la facultad hace amistad con otros tres jóvenes llamados Julio, Montaner y Lulú, jóvenes llenos de vida con deseos de adquirir más conocimiento, sueños que poco después se empiezan a ver truncados. Un tiempo después de ingresar en la facultad de medicina Andrés comienza a sentirse decepcionado por la manera en que la universidad imparte las enseñanzas y comienza a perder el entusiasmo.
Andrés cuenta con el apoyo de un tío suyo médico llamado Iturrioz. Él comparte con Andrés parte del conocimiento que tiene sobre la medicina y acerca de lo humano y lo divino. Andrés continua sus estudios pero ya sin la chispa de llegar a ser un buen y reconocido doctor. Al culminar sus estudios, Andrés se establece en un municipio de Guadalajara donde comienza a ejercer su profesión, pero desmotivado y sin pasión a su trabajo, Andrés termina por tener conflictos con otros colegas doctores e inclusive con sus propios pacientes. Para terminar de empeorar su situación su hermano muere a causa de una enfermedad.
Ante tal situación, Andrés decide viajar a Madrid, en donde le es difícil conseguir trabajo a pesar de su profesión. Termina atendiendo a prostitutas, trabajo que en lugar de mejorar su situación la empeora. A punto de caer en la desesperación se encuentra con su amiga Lulú, que estudió junto a él en la facultad de medicina. Se frecuentan y terminan por enamorarse y contraer matrimonio. Todo empieza a marchar bien para Andrés. Poco después de la boda consigue un agradable trabajo como traductor e investigador de estudios médicos, pero tiempo después todo vuelve a ser como a un principio. Andrés comienza a sentirse frustrado y preocupado, ya que en sus planes de vida no estaba el tener hijos, y no contaba con que su esposa quedaría embarazada. Para terminar de empeorar la situación, el bebé muere antes de nacer y Lulú, su esposa, fallece días después.
Por todo ello Andrés pierde por completo la pasión por vivir y el deseo de superación que sentía en un principio. Todo se esfuma con la muerte de su hijo y de su esposa. Andrés toma una trágica decisión y el mismo día del entierro de su esposa decide suicidarse, tomándose un frasco completo de pastillas. De esta forma acaba con su vida llena de sufrimiento y de tristeza.
