El libro de buen amor, escrito por Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, en el siglo XIV, es una de las obras más importantes de la literatura medieval española y la más importante del mester de clerecía del siglo XIV. Una literaria obra tremendamente compleja con gran variedad de temas, de estrofas y de tonos.
Personajes de El Libro de Buen Amor
- El arcipreste de Hita
Una de las curiosidades de este libro es que el arcipreste de Hita es tanto el autor como el personaje principal de la obra. Es un clérigo, un arcipreste que es un tenaz enamoradizo que intenta una y otra vez tratar de alcanzar la plenitud del amor. El problema es que a pesar de sus intentos, no logra sino cosechar un fracaso tras otro.
- Trotaconventos, la alcahueta
Se trata del personaje más original de la obra que quizás sea el antecedente de la Celestina. Trotaconventos es una alcahueta que ayuda al arcipreste en sus asuntos amorosos. Don Amor aconseja al Arcipreste que tome por mensajera una de esas “viejas que andan las iglesias e saben las callejas”, que “estas trotaconventos fazen muchas baratas”.
- Amores del arcipreste
El arcipreste intenta enamorar a muchas damas entre las que destacan una mujer de clase social alta, rica y de buenas costumbres, una panadera casquivana, una monja noble, una joven viuda pretendida por muchos hombres o una serrana vaquera. Doña Garoza es una monja que tiene las ideas muy claras y que no se deja influir fácilmente por nadie. Al final, acaba cediendo ante la insistencia de la Trotaconventos.
- Personajes alegóricos
Doña Cuaresma es flaca, sarnosa, ladina, lenta, débil, traidora pero piadosa. Otros personajes son también, Doña Venus y Don Amor.
Resumen de El Libro de Buen Amor
El libro de buen amor cuenta los intentos de seducción por parte del arcipreste. Aunque tiene la ayuda de Trotaconventos, todos estos intentos suelen acabar en fracaso. En su prólogo, que se diferencia del resto de la obra por estar escrito en prosa, el Arcipreste de Hita realiza una especie de declaración de intenciones, afirmando que escribe desde la cárcel, probablemente en referencia a la vida terrenal. Recuerda que el libro habla del buen amor, de aprender a diferenciar lo bueno de lo malo, de la relación, del libertinaje y el vicio, del virtuosismo y del respeto a la mujer.
Las primeras experiencias con varias damas resultan un fracaso y el protagonista tiene una discusión con el amor en la que nos informa sobre los peligros del loco amor, y acerca de las ventajas del buen amor.
En esta obra, Juan Ruiz, se ofrece como protagonista de su obra narrándonos la obra en primera o tercera persona en la mayoría de los pasajes. En la cuarta aventura, la ficción del yo se traslada a la figura de don Melón de la Huerta, quien requiere de amores y acaba casándose con Doña Endrina. Este relato central es en realidad una adaptación de una novela del siglo XII, Pamphilus.
La mala suerte le persigue y en la quinta aventura, el arcipreste consigue seducir a una dama, pero cuando estaba “a punto de caramelo”, la dama muere. Destaca entre todos los pasajes la lucha entre Don Carnal y Doña Cuaresma, cada uno dirigiendo su propio ejército de animales en la que Don carnal sale vencedor.
La obra incluye otras aventuras más cortas, acompañadas de ejemplos y fábulas. Aunque cuenta con la ayuda de Trotaconventos, el arcipreste vuelve a fracasar intentando seducir a una viuda y después a la monja Garoza, que finalmente no rompe sus votos. Al final, el protagonista acaba con una mora, y esto será la lección final del buen amor.
Resumen por capítulos El Libro de Buen Amor
El libro de buen amor cuenta los intentos de seducción por parte del arcipreste. Se estructura en una introducción seguida de varios relatos.
- Introducción
En la introducción, o prólogo, el Arcipreste plantea las claves de interpretación de la obra, con un tono autobiográfico.
La obra, como corresponde al género del mester de clerecía (frente al de juglaría), se ocupa de una forma acorde con dios, no pecaminosa, de experimentar el amor.
El prólogo se completa con rezos y canciones dedicados a la virgen, y con un primer relato corto y humorístico, sobre la disputa entre griegos y romanos, para prevenir malas interpretaciones de la obra.
- El Arcipreste y don Amor
Comienza a partir de aquí la sucesión de ejemplos o alegorías, donde una fábula moral cierra como lección del relato.
Arcipreste y don Amor conversan acerca del amor. Arcipreste termina enfrentado a don Amor y concluyendo que el amor es una fuente de enajenación y locura para el hombre.
Para ello, el Arcipreste cuenta un relato donde un asno y un caballo expresan la arrogancia del hombre. Y don Amor realiza una adaptación del poema Arte de amar del romano Ovidio, describiendo una idea perfecta de mujer.
La idea de mujer se centra en detallar sus atributos físicos, que tienden al típico ideal medieval.
Arcipreste recibe la idea de mujer perfecta por una celestina que se le aparece, y a continuación también le enseña los modales que ha de guardar el hombre, que tienen que ver más con su carácter moral.
- Don Melón y doña Endrina
Le sucede la principal de las restantes narraciones, la que protagonizan don Melón y doña Endrina. Esta narración se inspira la comedia Pamphilus, una elegía del siglo XIIatribuida también a Ovidio.
De nuevo, el interrogante sobre el amor y el sufrimiento que provoca, la figura ideal de mujer, etc., ocupan los temas del relato.
En ella, don Melón trata de conseguir el favor de doña Endrina, para lo cual interviene una celestina, que la convence de consumar el matrimonio.
Aparece otro relato ejemplar, el de la avutarda y la golondrina, que ayuda a expresar la fábula del relato.
La celestina-bruja se sirve de malas artes para lograr arrejuntar a los protagonistas, y el texto en esta parte adolece de un vacío por fragmentos perdidos.
- Las serranas
Tras ello aparecen los personajes de las serranas, mujeres de los campos de modales poco definidos.
La primera de ellas es “la Chata”, que protagoniza un relato de contenido burlesco y humorístico, exagerando su caricaturización como personaje sin educación, promiscuo sexualmente y masculinizado.
A “la Chata” le suceden otras serranas donde el Arcipreste repite el tópico sexual y paródico con diversas variaciones secundarias.
- Don Carnal y doña Cuaresma
Tras varios pasajes que vuelven a rememorar a la virgen, aparece otra historia importante, la de don Carnal y doña Cuaresma.
Estos personajes representan un duelo que es clara alegoría de la lucha entre la tentación y la reserva debida. Carnal representa el buen armamento pero la mala disposición y disciplina.
Cuaresma termina venciendo, dada que la inmoralidad de Carnal equilibra las fuerzas, en favor de aquélla. Carnal es condenado a penitencia, y regresa purgado acompañado de don Amor.
- Final
Tras esta historia, vuelve el Arcipreste a presentar una multitud de pequeñas historietas y ejemplos. Destacan los intentos frustrados de seducir a una viuda, a una monja y a una mora.
Tras nuevos cantares a la virgen y rezos a Dios, el libro llega a su fin, recordando el Arcipreste la correcta interpretación moralizante de toda la obra.
Me encanta leer texto de la época medieval,aún seguimos encontrando muchas situaciones de análisis y comprensión…para realizar cuadros comparativo con la actualidad