Aquí tienes información de Réquiem por un campesino español, libro de Ramón J. Sender. Fue publicado en 1953.
A continuación te dejamos los personajes y el resumen de este libro.
Personajes de Réquiem por un campesino español
Mosén Millán
Era el cura del pueblo. Tenía gran preferencia con la gente de clase media y alta, antes que sobre la gente pobre, y también los más pudientes le aceptaban y respetaban más.
Estaba comprometido en mantener el orden, algo que pudo cambiar con la llegada de la democracia.
Tras la restauración del viejo régimen, adquirió de nuevo todo su poder, arropado por los ricos del pueblo.
Paco
Desde los 7 años fue formado como monaguillo en la iglesia. La época que menos le gustaba era la de Semana Santa porque había muchas cosas misteriosas que no entendía. Hasta que un día, al recibir el sacramento de la comunión, se hizo como su padre que era labrador.
Paco era muy conocido y querido en el pueblo. Desde pequeño y a medida que fue creciendo se fue dando cuenta de las injusticias que causaban en el pueblo los ricos.
Su familia no era ni rica ni pobre, solo eran buenos trabajadores. Fue elegido como concejal y se tomó muy en serio los problemas de la pobreza en las cuevas.
Águeda
Fue el amor de Paco. Destacaba por ser diligente y laboriosa. El estar con Paco le daba mucha inseguridad, incluso a pesar de estar comprometidos en matrimonio. Fue siempre vista en el pueblo como trabajadora y buena.
El zapatero
Era de baja estatura y con caderas anchas, muy conversador, hablaba con todo el mundo. Le gustaba hacer reír a la gente, no era ni amigo ni enemigo de nadie. Primero estaba contra el rey, y luego en contra de los republicanos, cuando llegaron al ayuntamiento. A veces lo que escuchaba lo exageraba.
La Jerónima
Era la partera del pueblo, muy conocida por las familias del pueblo y sobre todo por los niños. Confiaba mucho en sus amuletos, de todo lo que se enteraba lo exageraba para contarlo a otras personas. Se puso celosa cuando llegó un nuevo médico al pueblo.
Don Valeriano
Este era conocido como uno de los más ricos del pueblo, cumplía sus funciones como administrador del Duque. Fue uno de los que tuvo influencia en la triste muerte de Paco.
Tenía la frente estrecha y los ojos huidizos, el bigote le caía por los lados.
Vestía como los señores de la ciudad, pero en el chaleco llevaba más botones de los ordinarios y una gruesa cadena de oro con varios dijes colgando, que sonaban al andar.
Don Gumersindo
Era rico y creído, pensaba que hacía el bien y que los demás no hacían lo mismo con él.
Tenía un poco más de riquezas que los demás, siempre vestía de negro y fumaba.
Usaba unas botas que por las pisadas ya el pueblo las conocía.
Don Cástulo
Fue quien prestó su coche para la boda de Paco, los demás ricos no confiaban mucho en él. Siempre intentó estar en los distintos bandos, quiso pagar la misa de Paco luego de su muerte.
Los señoritos
Conocidos como los forasteros, educados y cultos, son los únicos extranjeros en el pueblo, además del Duque. Tenían disciplina militar y el que mandaba era el centurión, venían a impartir justicia contra el pueblo.
Resumen de Réquiem por un campesino español
En una iglesia de un pueblo aragonés se lleva a cabo una misa en la que se le rinde tributo a Paco, pero algo pasa, nadie llega a la misa.
Esto le parece muy extraño a Mosén Millán, el cura de la iglesia. A la espera de los feligreses, comienza a recordar a Paco.
Desde el mismo día que bautizó a Paco, el cura empezó a tener interés por él y trató de llevarlo por el camino de los designios de Dios, a querer convertirlo en sacerdote.
Con el paso del tiempo, el cura notó el progreso de Paco, lo único que al niño le molestaba profundamente de la iglesia era la llegada de la Semana Santa.
El cura le encuentra un revolver viejo a Paco que habían conseguido los niños y él estaba guardando. El cura le pregunta por qué lo tenía, a lo que Paco contesta que lo había guardado todo este tiempo para que no cayera en manos de alguna persona que lo fuera a utilizar para un mal.
Paco confiesa que lo que él realmente quería era ser labrador, como lo había sido su padre.
Después de que la Semana Santa llegó a su fin, le tocó visitar a un enfermo que estaba al borde de la muerte que vivía en las cuevas, el sitio más humilde de la aldea.
Paco nota rápidamente la miseria y las ganas del cura de salir de ese lugar lo más rápido posible. Le dice al cura que debería brindarle ayuda a esas personas, y este le responde de manera indiferente. Le dice que esas personas estaban así porque no buscaban a Dios como debe hacerse y le explica que tenían un hijo en la cárcel. Sin embargo, Paco no dejó de hablar del tema, y cuando llega a su casa le cuenta todo lo sucedido a sus padres. Estos deciden no dejar más a Paco en la iglesia con el cura.
Paco va creciendo y se empieza a convertir en alguien travieso. Se casa con una hermosa mujer y el padre Millán fue el que los unió.
Luego de casarse, Paco empieza a tener peleas con los reyes por unas tierras. Al cabo de un tiempo, el cura se entera de esto y va a cuestionar a Paco.
Paco le planteó varias cosas, en las que le menciona que él se quedaría con las tierras que él considera son del pueblo.
El zapatero escucha esto y lo cuenta a su manera, luego de esto llegan varios forasteros con la intención de matar a todos los que estuvieran en contra del rey.
Ellos matan a seis personas y también matan al zapatero a pesar de su neutralidad. Paco logra escaparse y nadie sabe de él.
Al pasar un tiempo el cura logra saber la ubicación de Paco gracias a sus padres y revela la información. Los forasteros buscan a Paco en su escondite, pero este los recibe a tiros y logra que se retiren. El cura va a hablar con Paco para convencerlo de que se entregue por la paz y logra hacerlo alegando que tendría un juicio justo.
Paco se entrega, pero lo meten directamente a la cárcel, sin juicio.
Días después, al caer la noche, se llevan a Paco y a dos hombres más al cementerio para matarlos. Llaman al cura para confesar a los hombres, y tras ello Paco y los dos hombres son asesinados aun siendo inocentes.