El diablo de los números del ensayista alemán Hans Magnus Enzensberger es un libro cuyo protagonista es un niño llamado Robert y que odia las matemáticas. Robert cree que su maestro hace poco entendibles, pero una noche tiene un sueño donde ve un pequeño diablo que le explica datos curiosos sobre los números y todo cambiará para él. Un libro publicado en España por la editorial Siruela.
Personajes de El diablo de los números
Los personajes que aparecen en el libro son pocos, pero los más importantes son Robert y el diablo de los números.
Robert
Es un niño bastante curioso que a veces tiene pesadillas de un pez gigantesco. No le gustan las matemáticas porque como a muchos otros niños no las termina de comprender. En una de sus pesadillas aparece un diablillo peculiar que le enseña un poco de matemáticas de manera divertida e inusual.
Teplotaxl
Es un ser con muchos conocimientos de los números. Por alguna razón, El diablo de los números se decidió a ayudar a Robert y empezó a visitarlo en sus sueños.
Otros personajes
Además, aparecen otros personajes en El diablo de los números: el Sr. Bockel, el profesor de Robert, sus amigos Bettina, Albert, Charlie y Enzio, su madre y otros personajes como Lord Russel, Señor Klein, profesor Cantor, Euler, Pitágoras y el profesor Gauss.
Resumen de El diablo de los números
Robert es el protagonista de este libro, El diablo de los números y le aburren las matemáticas. No acaba de entender esta compleja materia y le parecen aburridas. A Robert le aburren sobre todo las clases de su profesor, el Señor Bockel, siempre con sus aburridas trenzas y su periódico.
Robert todas o casi todas las noches tiene pesadillas, pero una de ellas sueña con un pequeño diablillo que se llama Teplotaxl, aunque se hace llamar “el diablo de los números”. En sus sueños con este curioso y original Teplotaxl, el diablo de los números pretendía enseñar a Robert que las matemáticas. Pero el diablo quería que las entendiera. Robert descubre que así las matemáticas eran divertidas y mucho más fáciles de comprender.
Para que Robert comprendiese las matemáticas el “diablo de los números” se ayudaba de otras disciplinas como los dibujos, ejemplos poco comunes y mágicos, paisajes siempre distintos y palabras, digamos, “en clave”. También le gustaba explicarle las matemáticas con acciones y juegos determinados para que le resultaran más fáciles de recordar. Por ejemplo, para explicar la permutación le hablaba del cambio de sitios o para elevar a la potencia de saltar.
Aunque comprendía mejor las matemáticas, al principio no quería asistir a las clases en sueños del “diablo de los números”. Como esta actitud negativa no le gustaba al diablillo el sueño finalizaba cuando el diablo se enfadaba, estallaba de ira y desaparecía de repente.
El chico y el anciano y curioso diablo se fueron haciendo amigos, noche a noche. A Robert le empezaron a llamar la atención las matemáticas y también, por qué no decirlo, le comenzó a caer bien Teplotaxl. Robert en las aburridas clases del colegio de matemáticas logró convertirse incluso en uno de los mejores alumnos en la materia.
Durante el día comenzó a gustarse estudiarlas en clase y en casa. Luego por la noche esperaba el sueño con su amigo, el diablo de los números. Las noches se convirtieron en el momento perfecto para completar, aprender nuevas y divertidas curiosidades sobre las matemáticas.
El diablo de los números es en suma un libro ameno e interesante, perfecto para esos jóvenes alumnos a los que se les han atravesado las matemáticas. Con Robert estos lectores comprenderán que las matemáticas se pueden convertir en una materia apasionante e incluso divertida y cambiar su visión personal sobre esta disciplina.